15 sitios que nos olvidamos de limpiar casi siempre y acumulan mucha suciedad

2022-09-03 08:41:22 By : Mr. JK zhao

corte pelo Marta Sánchez look Susanna Griso vestido H&M tank top Chenoa look Marta Sánchez

No te pierdas la revista de este mes

MODA Vestidos boho de Cortefiel para llevar con botas

Periodista especializado en cocina, hogar y decoración.

Actualizado a30 de agosto de 2022, 10:29

Aunque de entrada pueda parecer muy limpio, el frigorífico es un nido de gérmenes y bacterias. De hecho, olvidarte de él es uno de los errores de limpieza en la cocina más comunes.

Guarda siempre la comida bien tapada en táperes o con papel film para conservarla mejor y evitar la mezcla de olores. 

Para mantenerla desinfectada límpiala al menos una vez al mes con una mezcla de agua con bicarbonato de sodio, uno de los productos de limpieza caseros que nunca fallan.

La goma de la lavadora es un foco de gérmenes y moho ya que siempre está húmeda. Para que esto no suceda, después de cada lavado debes secarla bien pero sin forzarla. Puedes utilizar papel de cocina o un trapo limpio ¡te sorprenderá la suciedad que sale! 

Por regla general, se recomienda limpiarla a fondo al menos cada tres meses. Descubre aquí todos los secretos para limpiar la lavadora por dentro.

Te protege de los malos olores pero ¿quién se acuerda luego de ella? La grasa, el vapor de agua y todo lo que cocines se queda ahí. 

Para limpiarla fácilmente primero ablanda la grasa. Solo tienes que cocer agua y el zumo de un par de limones en un cazo dejándolo hervir un rato con la campana encendida.

Los filtros puedes dejarlos en remojo en agua con un desengrasante o con vinagre blanco, aunque también son de esas cosas que nunca dirías que se pueden lavar en el lavavajillas. Luego limpia la campana por dentro y por fuera.

Se utilizan a diario pero a su limpieza le dedicamos muchísimo menos tiempo que a la de la placa ¿será porque se disimula más?

El lugar donde almacenamos las provisiones debería estar impecable, pero entre unas cosas y otras a menudo nos olvidamos de él. Su limpieza debe ser tan importante como la de la nevera ya que de no hacerlo podría haber alimentos caducados, polvo, ácaros o incluso insectos. 

Cuando hagas la compra semanal, aprovecha para darle un repaso y colocar más a mano lo que esté a punto de caducar. Cada uno o dos meses sácalo todo y limpia a fondo el interior. Es un momento perfecto para organizar la despensa y mantenerla en orden.

Aunque son uno de los utensilios de cocina que más usamos para deshacernos de la suciedad, casi nunca nos acordamos de limpiarlos, motivo por el que tienen el dudoso honor de formar parte de la lista de los lugares más sucios de la casa.

Desinfectarlos regularmente, al menos una vez a la semana o cada vez que lo veas sucios, es clave para mantenerlos libre de gérmenes. Y si quieres que el cubo de basura huela siempre bien, no te pierdas nuestro truco infalible. 

¿Cada cuánto limpias los azulejos de la cocina y el baño? Pues ojo porque en los de la cocina se acumula grasa, y en los del baño, moho y otros gérmenes. Y es que la mayoría no se van por el desagüe sino que se van acumulando en sus superficies. Además en un medio ideal para la proliferación de virus y bacterias: húmedo y cálido.

Los azulejos de la cocina, basta con limpiarlos cada dos o tres meses. Los de la ducha y la bañera, en cambio, se recomienda limpiarlos al menos una vez al mes, prestando especial atención a las juntas que es donde suele proliferar con más facilidad el moho.

La mampara es un imán para la cal y la cortina de la ducha es el hogar perfecto para el moho. La constante humedad hace que prolifere fácilmente.

Mampara. Para evitar la cal, sécala después de cada uso (puedes tener una escobilla limpiacristales en el baño para hacerlo justo después de ducharte) o frótala con una mezcla de vinagre y bicarbonato. Aquí te explicamos paso a paso cómo limpiarla.

Cortina. Frota con una mezcla de jabón, agua y bicarbonato cada 15 días, también puedes meterla en la lavadora sin las anillas.

Sí, sí, aunque a mucha gente ni se le pase por la cabeza hacerlo, limpiar el colchón resulta obligatorio si quieres tener un sueño tan saludable como reparador. Y es que la acumulación de ácaros y otros gérmenes nocivos puede provocar alergias, problemas cutáneos y patologías de diversa índole.

No hagas la cama nada más levantarte. Deshazla del todo para que se ventile durante unos minutos y se sequen los restos de sudor o humedad.

Sacude y aspira el colchón semanalmente. Cuando cambies las sábanas, no pongas las limpias inmediatamente. Deja que el colchón se ventile un rato, sacúdelo, y pásale el aspirador para quitarle el polvo, los ácaros y otras partículas acumuladas.

Puedes limpiarlo con bicarbonato espolvoreándolo sobre el colchón, dejando que actúe unas horas para que absorbe la suciedad y los malos olores, y luego aspirándolo.

No cabe duda de que el lugar donde guardamos los zapatos es otro de los sitios que nos olvidamos de limpiar casi siempre y acumulan mucha suciedad. Ahí ponemos el calzado con el que hemos traído de la calle todo tipo de gérmenes. 

Dale un buen repaso de limpieza cada uno o dos meses vaciándolo por completo y limpiándolo a fondo.

Para que no entre tanta suciedad en casa pon un felpudo fuera de la puerta de casa, frota los zapatos antes de entrar, y límpialo periódicamente sacudiéndolo y aspirándolo. También puedes espolvorear bicarbonato de sodio, dejarlo actuar unas horas y luego aspirar. 

A la hora de limpiar la casa, los altillos y la parte superior de los armarios suelen pasar desapercibidos. Debes saber que son un un nido de polvo y ácaros y debes darles un repaso cada vez que limpies el armario, al menos un par de veces al año.

Los altillos quedarán impecables pasándoles un estropajo humedecido en agua ligeramente jabonosa. Luego aclara y seca bien.

Para limpiar la parte superior del armario puedes utilizar plumeros atrapapolvo que te permitirán acceder a ellos con más facilidad; o bien, envolver la escoba en una gamuza para quitar el polvo y atarla con una goma.

Como sucede con el alto de los armarios, los bajos de la cama, el sofá y otros muebles grandes son sitios que nos olvidamos de limpiar casi siempre o para los que nunca encontramos el momento por la dificultad de moverlos o acceder a ellos. 

Lo ideal es usar el aspirador para acabar con cualquier mota de polvo y suciedad. Si no cabe puedes usar plumero o una escoba con el cepillo envuelto en una gamuza para el polvo. Así llegarás fácilmente hasta el último rincón. Y para moverlos sin rayar las superficies, pon un trapo bajo cada pata y los moverás sin riesgos. 

Tanto las cortinas como las alfombras se suelen limpiar poco a menudo y acumulan mucha suciedad. 

Cortinas. Hay que lavarlas como mínimo un par de veces al año, coincidiendo con los cambios de armario de primavera y otoño, por ejemplo. También se les puede pasar el aspirador de vez en cuando para quitarles el polvo o uno de esos rollos que se usan para atrapar pelusas de la ropa.

Alfombras. Además de barrerlas o aspirarlas, conviene desinfectarlas. Primero, puedes pasar de un extremo a otro una escobilla limpiacristales como las que se usan para las ventanas, así arrastras la suciedad que haya quedado atrapada. Después espolvorea por encima bicarbonato sódico dejando que actúe al menos durante una hora, y luego aspíralo.

Si tienes una librería, piensa en cada cuánto tiempo le das un buen repaso. La mayoría de las personas no lo hace casi nunca y es un auténtico nido de polvo y ácaros. 

Al menos dos veces al año, saca los libros, sacúdelos ligeramente o pásales un plumero, limpia los estantes, y vuélvelos a colocar. Puedes aprovechar esta limpieza anual para hacer inventario y deshacerte de los libros que ya no quieres. 

Como en muchos casos no se pueden desenfundar y lavar las tapicerías del sofá, las butacas y otros asientos, simplemente nos olvidamos por completo de limpiarlas, ¡y eso que son uno de los lugares que más suciedad acumulan debido al contacto frecuente!

Aspirar. Aunque no los puedas desenfundar, una vez por semana, quita los cojines del sofá y las butacas, sacúdelos bien y pasa el aspirador por toda la estructura para recoger el polvo, pelusas o migas.

Desinfectar. Para quitar los malos olores e higienizar, puedes espolvorear por encima bicarbonato de sodio, dejarlo actuar unas horas y luego pasar el aspirador.  

Las mejores ofertas elegidas para ti

Suscríbete a la edición digital

El perfume delicado que más se vende otoño tras otoño (y otros 5 bestsellers)

Copiamos en El Corte Inglés el vestido camisero 'safari' de Rania de Jordania que triunfa más allá de los 50

Locura total por el vestido fluido de Tamara Falcó con manguitas y que hace cintura de avispa

Lecturas El Mueble InStyle National Geographic NG Viajes NG Historia Cuerpomente Arquitectura y Diseño Saber Vivir Tienda revistas Escuela Cuerpomente Listísima

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de Clara?